Tercer fragmento de Side A /// Side B
8 de noviembre.
A la noche, una fauna despierta con su olfato alerta, en
busca de carne aterrorizada. Salen con ganas de matar, de provocar el caos, el
incendio. Aunque para mi sorpresa, no todos son así. No todos se condenan a la
violencia como evasión implícita, marcada a fuego en sus destinos podridos.
Haría otra pregunta como, por ejemplo, ¿existe la estigmatización, o es un
instinto natural de supervivencia? ¡Esto está lleno de preguntas, la puta madre!
I need a place to eat well. No creo mucho en eso de la estigmatización, hasta
cierto punto. Ojo, yo he vivido la discriminación en carne propia, no hay ser
más racista y xenófobo que un europeo de provincia cuando ve a un
latinoamericano. ¡Ojo!, ojo! No es la regla general, pero hay casos y hay casos.
Hay reyes que someten a su pueblo a la barbarie y otros que simplemente no
hacen nada. A esta altura, no hay nada concreto, pero nada eh, nada de
nada. Pensá en algo que creas preciso, y luego busca variables
alternativas, incluso abstractas. Y te vas a dar cuenta.
Ayer conocí a dos vagabundos ingleses, oriundos de Brixton.
No tenían un acento completamente cerrado, por lo que pude entender la mayoría
de las cosas. Eran grandes admiradores de la música de Elton John, lo que me
llamó la atención. Quisieron averiguar qué era esa música que entraba por las
ventanas agujereadas. ́ Leonard Cohen´´ añadí. No lo conocían, no me deprimí.
Uno de ellos leyó en su juventud a Oscar Wilde, así que nos enroscamos en una
charla bastante acalorada sobre sus modismos y prosa elegante, a la vez que
cínica y perpetua. Volví a los vicios definitivamente. Tenían una coca
buenísima entre sus pantalones roídos. Ayudamos a paliar la anestesia con una
botella de Anís ́ ́ Pernod ́ ́, que robé de una pequeña tienda mientras el
dueño discutía con un moro que no quería pagar por haber utilizado el baño.
Estaba al tanto de mi falta de dinero, y mi situación actual, es decir, yo era
consciente de que estaba empujándome voluntariamente a un precipicio y que
debajo había gente dispuesta a matarme utilizando uñas y dientes. Recaer en los
vicios no fue la mejor decisión, pero, cuál es la mejor decisión a esta altura,
díganme ustedes. Lo único que tengo en mi poder son unas témperas de pésima
calidad, un lienzo arruinado por una gotera que no logré tapar, monedas sueltas
desperdigadas por mi habitación que no sé si realmente es mía, y este diario,
este cuaderno, como compañero.
¿¿?
-́ Es como las personas que tienen un
Nissan Sentra, ya sabes que son unos pelotudos, es el auto predilecto de los verga.
Mi abuelo incluso decía que había una especie mucho peor, los que tenían un
Chevrolet Chevette, esos según él estaban ́ ́en la comisión de los
pelotudos ́ ́.
-´´...´´
-´´ Vayamos por Constituyente que está
más iluminado´´
-´´Hace dos años que se rompieron las
farolas a la altura de Magallanes y siguen sin arreglarlos, ¿iluminada de qué?
-´´...´´
-´´Dame un trago´´
-´´Ahora compramos otra, en el
veinticuatro de más adelante. ´´
-́ ¿Hablaste con el editor? ´´
-´´Si´´
-´´ ¿Y?
-́ Nada, me llenó de halagos, decía que
yo tenía pasta de escritor, y me trató de usted durante todo el rato. ´´
-´´ ¿Dónde fue la reunión?
-´´Shangrilá´´
-´´...´´
-´´Que es lo que más odias de acá?
-´´Las sillas playeras´´
-´´Hmm´´
A la altura del Abitab de Rodó, nos
reíamos de las cajas de los aires acondicionados, coincidiendo en que entorpecen
las fachadas. Enciendo un fósforo y acerco el suave rugido a la punta de mi
cigarro.
Encontramos un bar en el cual
descansar. Entre besos, perfumes y observaciones sobre el follaje de personas
exaltadas, apuramos la cerveza de un trago para seguir nuestro rumbo,
desconociendo donde sería la puesta en escena.
-´´Yo tengo para un taxi´´
Escapamos del lugar y bailamos por la
calle con melodías inventadas hasta encontrar un taxi. Utilizó la mampara que
separa a los pasajeros del conductor como espejo para arreglar su labial,
mientras yo la observaba, fumando con la ventanilla baja saboreando el golpe
violento del viento en mi pelo.