Recuerdo habilitado

 

Estabas tan ensimismada

Que encendiste el cigarro al revés

Corriendo por el centro

Sin presagios que ofrecer 


Con poca plata y el mundo a tu sostén

Tamborileando en una mesa viendo el viejo atardecer

El barro en tus zapatos

 labial derramado

En mi cuello carente de lucidez y tacto


Esa sonrisa deformada que regalas al pasar

Yo conozco lo que esconde



Luego me dijiste en un momento cruel de excitación

Que llamara a aquel muchacho

Para que viniera volando con su pedestal putrefacto

A devolverte el sentido que dejaste abandonado

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