y si.

 La señora arqueada

Junta la basura en la puerta de la iglesia

Yo paso a su lado y el perfume ultrajado

Me aturde mientras discuto con el futuro acerca del pasado y su paciencia 


Es la misma vieja ciudad

Donde la locura es ofrecida

En pequeños muestrarios

Y se encuentra de forma accesible por la calle Maldonado


El final no siempre está cerca

Rodeado de basura y peregrinaciones

Mecanizadas que nunca logran

Lo previamente pactado


Tomo la mano del futuro y lloro por mi ciudad.

Tal vez encuentre algo más allá

Del radio preponderante donde habito

Entre la dulce selva y las gotas que derrama el destino


Mil formas de estallar

Y solamente un par para valorar

El acto de volverse

Añicos


Enfrente a la iglesia

Los comercios, la gente

Los versos

La odisea perfecta que culmina en un acto de amor


Abejas que acompañen

El febril deseo

De la osada

Permanencia


Arquitectos preparados 

Para dar su vida en contra de toda demolición 

Señoras mayores devorando ideas que las distraigan 

De la inminente salvación

Proveída por Santos, figuras públicas

Y terremotos culpables de la transformación 


En esta ciudad materializada

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