....,,,

 

Atravesamos un extraño túnel fosforescente

Me peinaba frente a un espejo roto

Con una salvaje expresión alegre

Brotando de mis ojos

 

Iba sentado al lado del hermano occidental de la luna

Ávido ladrón de licorerías

Por diversión, necesidad

y experiencias para contar

 

hundía su cabeza en mi libreta

rascando palabras con sus uñas mugrientas

la respiración típica de un eximio del tabaco

y la ropa dos talles más grandes asomándose por los codos

 

me alcanzaba la botella de Drambuie,

el campo atrás de las ventanas, infinito

coloreando con lápices mojados

 el incendio perfecto de nuestros hitos

 

un niño llora

otro ruido de bolsas y galletas

alguna tos que se escapa por los pasillos como enjambres de abejas

un cielo despejado tratado por plástico y mentiras ajenas

 

alza la mano el hermano perdido y sin hogar

juega con los botones

enciende un cigarro y lo apaga enseguida con la lengua

navega por arroyos secos a la vez que suspira

como si eso hiciera crecer al motor más de la cuenta

 

cuando me ceñí hacia la izquierda

y me vi rodando al costado de la carretera

con los ojos almendrados

recordando en breves destellos pasajeros

a mi tierra

Entradas más populares de este blog

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

Los dioses salvajes.

El Verbo se hizo carne