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Podía nimbar sobre mi cuerpo 

Con los deseos que ella disponga

 

Y los árboles van serpenteando el horizonte

Dentro de un fuego ocultando el poder de nuestras bocas

Disfrutando la vaga promesa de un encuentro

Rabiosa oscuridad que baila aprovechando el verano

Donde existimos juntos en el fogaje que inventamos

Donde por fin encontramos aquello que en sueños aprisionados zumbamos.

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