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Subí una cuesta de alquitrán

Agencié las ganas en una tienda para turistas

Hice dedo anhelando un vaso frio

Y un plato hondo de color naranja

 

Perdía mi cuaderno en el viento

Las palabras en las alcantarillas me fueron robadas

Por escritores borrachos

Que bailaban al ritmo de tambores caseros

Mientras se pintaban la cara con sus ilusiones rotas

 

Hice de todo para llegar a tener este insaciable y pequeño momento

A solas

 

Aposté al rojo en la ruleta manejada por Dios

Dejé los vicios

Eliminé todo rastro de amor

Entregué mis juicios

Solo para poder pasar mi vida

Ensuciando manos para rellenar con mi mundo

Cualquier débil y manufacturado renglón

Que se me cruce por al lado

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