Perdido en un llanto

 

*

Abotonado descansa el perro

Sobre el frío humo indestructible

De un cerrito estrellado en el pedregullo a medio hacer

Es por maldad

Podría separarse solo

Aunque el día sea una isla oculta

Malas conexiones van a visitarlo

Disfraces por tejer

Sueños en sus ojos de té

 

*

Desfila la estela dorada

Como escamas de un pez

Sobre el mar

Rebotando, desafiando al cielo gris

De pájaros y distancias

Que narran nuevamente

‘’estoy lejos de casa’’

 

*

Un urso a lo mexicano

Vuelven cuando quieren

Totalmente subversivos

Dentro de un capó doblado

Escupiendo sangre destilada

Teniendo la potestad homicida

De arrollar los tártagos

Como un éxtasis de ensueño

Musgo, tilingo de sensaciones

 

 

*

Como alguien que abre una puerta maciza

Y deja entrar al amor

De ojos entrecerrados

Serpenteando el trayecto límpido

De las venas drenadas

Ahora apoderadas

Por un amor extraño

Sin forma, gusto exagerado

Y que se asemeja, por supuesto, a vos

 

*

Apretando los sentidos

Arrastrándolos

Hacia donde no llega el fruto hambriento

Un mundo desaparecido

Intenso e intrascendente

Un planeta abandonado

Siguiendo el corazón

Que es motor vasto y dormido

De conexiones subterráneas

 

*

Se trazan líneas asimétricas

Pequeño cuenco de bronce

Creo que estoy enloqueciendo

Con las manos como antenas

Desde el otro extremo

Donde se percibe la voz de Donovan

Y me encuentro solo, en un pequeño pueblo

Atinando a recrear el resplandor

Con los restos de tu voz impregnada en mi mano izquierda

Solo, en un motel tintineando al costado de la ruta

De ojos cerrados y rezando

Espacio que trota sin cuestionarse nada

Sufriendo y con un cálido sol de amor a cubierto

Canción sin poesía

Sin laberintos

Solo nieve obstruyendo las fosas

Madera de abedul

Arañas bloqueando la garganta abrumada

De metal reflejado

Paraíso, parásitos

Todos lo buscan

 

 

*

Ojos inquisidores

Intenciones masturbatorias

Foi Na cruz

No hay culpa

Debo amarme

En el recoveco que dejaste

Desfile, un piano que no pregunta

Los bares, cigarrillos y la sangre en la palangana

Bien entrada la mañana castigada

 

*

No renuncia a la elegancia ni a la excentricidad

Retoma sin embargo la sencillez de una farola amarillenta

Sendero atrofiado e inhóspito

Capaz de olvidar las caras

Las valijas

En las tardes faulknerianas

Una mina de cianuro inspiradora

Y también, está su mujer

Pendiendo el aire

Que no es suya, aunque reclama serlo

Desnuda es el retrato confesional de la farola

Él se acerca, peinado y sin fuerzas, derrotado

Y juntos cavan hasta enterrarse por debajo de la cruz

En la sempiterna oscuridad

Hasta encontrar que allí

Nunca hubo nada

 

*

Dame un puntazo con tu lapicera

Y demostrame, al borde de la cascada

Tu amor, el que siempre y nunca se extinguió

 

*

Ya es un nuevo día

Y hay que bajar.

Luchar contra el miedo histérico, la naturaleza.

Se apagan los cortocircuitos que tanta bestialidad y humo causaron en el cerebro

 

Ahora nos allana el sol

Su luz solitaria

Por ende, el disgusto no quiere retirarse del salón

La pulsión acelerada en el pecho vacío

Una promesa incierta

Sequía, agujas del reloj tóxico

El deseo desastroso y la decisión sulfúrica:

Seguir hasta colisionar

Darle la espalda al mundo abstracto,

Detenerse, errático, con los dientes como para avalanchas

Y pura poesía; sofisticada, cruel, grotesca, llena de humor

Bailando sin hablar. Siendo una buena niña.

 

*

Me encandila tu misterio

La forma de deshabitar el junco

Piernas que se mezclan a la deriva

En el centro de esta,

La ciudad envenenada

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