El abrigo de los muertos
Soy el abrigo de los muertos.
Destilo la sangre de mis manos
Directo a las flores enamoradas sobre el techo
Retrato de mi solitaria identidad.
Soy el sueño de un visionario antiguamente
urbano
De un poeta y de un asesino.
Soy un vector raído
Conductor del silencio que me otorgan
En un brindis enfermo
Los dioses
Que duermen cuando navego esta
Mi ciudad
Protegido por la navaja de afeitar
Y un azul singular
De una mujer
La cual olvidé como hacía
Para escribir su nombre
En ese mismo techo de flores enamoradas
Que esperan, atentamente
En la casa.