El revolver y el sacón : Poemas sueltos 2
*
Dios se mantuvo silencio y su imaginería hablo
Con un cool slang urbano
Salmos que son vitreaux herrumbrados
De un spleen frustrado
Con la periferia criminal
Guardada como un sentimiento soñado.
Ahí viene el forajido amenazante y atractivo
A robar tus drogas
Con ritmo de interzona
Y un poema que se transforma en un revolver
sin tambor
Apuntado a mi cabeza
*
El duelo desaforado nos resulta obsceno
Por eso ocultamos el dolor
En una cabina alejada
Donde el teléfono no funciona
Al costado de ese bar oscuro
Y nos ponemos a bailar sobre su techo
Soñando con la imagen centrifugada
De la muerte avejentada y etérea.
*
Indagamos en lo sangrado
Lo profano que tuvimos
Te esperé al comienzo de ese vals
Venia con mi aullido desde el sur de la
capital
Sin intención de nada
Más que de amarte tras las cortinas selladas
Sin intención de lastimarte
Esperando que me tomes con tus manos
Y me obligues a respirar.
*
Esa sangre es tu sustancia de liberación
Deambulamos por el tren
Como hormigas desorientadas
Me mostraste el líquido que resume tus días
Y nos chocamos contra aquella ventana
Y el paisaje corría a la velocidad de un film
aceitado
Vos reías
Las nubes eran suspiros de demencia controlada
Y el viento solo logra trancar de un golpe
seco
Aquella
Nuestra alameda.
*
Íbamos siempre a ese bar
A tomar café y fumar cigarrillos
Incluso leíamos novelas cortas del siglo
pasado
Todo antes de que ocurriera el alud
Enterrando nuestras quimeras
Escupiendo los cimientos
Dejándolos en la frontera del olvido