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Esa túnica fantasma

Se lava con oxido, pero no lo recuerdo bien.

Vuelve, querida

llevas mucho tiempo engatusada por las habladurías

dispuestas a mansalva sobre nuestra mesa de granito pulido

Y no creo que mis lágrimas puedan reír hasta evaporar

Esa tristeza impregnada en tu collar.

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