Mi Cariátide intoxicada.


Sin desgaste físico

sostenes edificios

como impulsada por el whisky

el amor 

o el deseo.

Hay un canto que te rodea

por allá tras tus pasos

en la bruta pero vaga lejanía

yo los persigo como quien añora un sueño

su miel

su espesor de melodías.

¡Ay! Cariátide mía

dejame entregarte

un llanto inesperado

o un verso que se lamente

que te invite

en el río caliente

de aire y golondrinas

a volverte solo mía.


21/02/2024


Entradas más populares de este blog

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.

Los dioses salvajes.

El Verbo se hizo carne