Estoy desconectado de la vida Desfile furioso de niebla abrumadora Danza perceptible del desengaño Perdí el cable que me conectaba Con todas las emociones furtivas Empapados están mis huesos De tristeza y muerte De lágrimas que no valen siquiera Un mísero y desgastado maravedí No leo apenas escribo y ya ni siento Penetro espejos tortuosos con mis ojos Que esconden pesadillas y escenas infectantes Que son todas producto de mi encierro El silencio atestaba las horas inquietas Escuchaba solo al sol filtrarse por las hojas del ibirapitá La falta de amor en mis uñas la mesa ratona con su polvo reflejándome Incrédulo desatinado