Bienvenido
Tocaron la puerta del viejo
Con su barba recién
prolijeada, los recibe de brazos abiertos
Espera su interrogante, los
jóvenes toman sus libretas
Y le escupen las plegarias
que necesitaban vaciar
´´Las heridas no son nada
sin ti
Sin tu saber supremo
Que debo confesarte, me hace
tan bien
Señor´´
´´Haces caer las palabras
Como un temporal que asesina
a los árboles´´
El viejo escucha
atentamente, acomoda su bastón contra la puerta
Y utiliza su brazo apoyado
en la ventana para mantenerse en pie
´´Veni, desnúdate y
acóstate, donde quieras
Mi casa desordenada es tuya´´
´´Si quieres puedo
compartirte tabaco
Esta botella a medio terminar también puedes
servirte
Háblame, enséñame más´´
Toca su barba, escupe al
piso
Deja que el silencio decore
el lugar
Y cuando lo sintió necesario
soltó un
´´Te escucho.´´