9.
Los espacios se cierran junto a la esperanza perdida
del malevo solitario
La última pitada sale de su sombra con resonancia
cósmica
Deambula por Ituzaingó y se pierde llegando a la catedral
nocturna
En la habitación podrida las cuerdas de la Fender tristes,
Esperan cansadas de escuchar simples plegarias
Quieren ser otra cosa
algo mas
que sirva para controlar lo que se esparce por la
ciudad
Se mueve descalzo por la cuadra.
Acá nadie destaca
después se
preguntan.
Un suave viento tenso anida la marea complicada
Ordenes taxativas
cristales rotos
en las manos desgarradas
Atravesado por la locura y aturdido por la nada
Acá nadie destaca
después se
preguntan.