El diario de ayer
Una
paliza un hechizo una revelación
O
una simple alucinación de mi alma
La
naturaleza está impregnada
De
momentos de gloria y de sustancias poderosas
Bajo
a comprar el diario de ayer
Le
pido algo de plata al canillita
no
tenía para comer
y
sin embargo no le exigí demasiado al llanto
Desarrollé
una enemistad mortal y permanente
Con
el mutismo
Atestando
las calles con mi sombra
Descreyendo
de mí mismo
Hay
parámetros que necesitan ser quebrantados
Hay otros exiguos comentarios insolentes
Distintas
tribunas que sueltan opiniones
En
tiempos donde eso perdió valor
"En
fin, a cada uno le toca su suerte, y ninguna es fácil"
Hace
tiempo no vuelvo a mi ciudad
Y
no sé qué puede estar esperándome
La
magia segura abandonó la cuadra
Tras
las esquinas dibujadas
El
asfalto quemado
Bocinas
que no ven nada claro
Miseria
desperdigada en la puerta del supermercado