aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Nos explicó
Agitando las manos y con los ojos clavados en los
nuestros
Que podía llevarnos si quisiésemos
A las fronteras de la confusión
Ya que hay varios senderos
Y el conocía de memoria
en especial
el tercero
Así que cargó su mochila verde y mugrienta y con el
dedo apuntó hacia cumbres y edificios saludando a lo lejos.
Nos obligó a traspasar casas y jardines descuidados
Techos de chapa abollados
El se arrastraba como un enfermo
Peinándose esporádicamente hacia el costado
Con sus zapatos de tela
Iba narrando anécdotas que involucraban
A Buda, Ray Charles y a Stendhal
Dibujando hélices oxidadas en el aire con el dedo
Culpándonos de todos los males que acontecen
Del hambre y el honor
Difuminando el hecho consumado de la frontera
Volando en el espacio vacío
Olvidándose de todo
Ganando casi nada.