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Veías el viento pasar

Atrás de la cortina azul

Con el reloj de muñeca colgado en la pared

Riendo

Llorando

Con un salto irracional soñando en la ventana

 

Si no tenes dinero para aparecer por acá

Extende tus labios y el contorno

Que yo voy a atropellar los deseos

Hasta tocarlos

 

En la mañana húmeda

Donde te abrazó tu hermana

Por qué reconoció el olor a niebla que salía de tu cuarto

 

Si se trata de morir de a poco con tu sexo es suficiente

Vértigo trepando en un ómnibus desbordado

Deshojando la flor que marchitó los sueños

Y aquello que equilibramos en montañas de libros robados

 

Aún hay pieles profundas arribando al mar

Maravillas exímadas del sueño interestelar

Habitando los dos en un amor

Que tardamos en comprender

Su forma y todo aquello que adquirió

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